Se queda mi esperanza de que vuelvas pronto, que todos esos momentos felices no pasen a ser parte de un recuerdo…
Se queda la desesperación de no saber donde estoy ni cuando volveré al lugar que contigo construí como mi hogar…
Se queda mi corazón destrozado al saber que ahora soy uno más de todos esos Pewos que alguna vez ví en la calle cuando caminabamos juntos…
Se queda el miedo en mi corazón al saber que ahora todas las noches tengo que pasarlas solo… con frio y con temor a otros humanos que no fueron tan bondadosos como tú…
Se queda el estómago vacío, ya que nunca aprendí a buscar comida en la basura. Tu eras el que siempre me llenaba mi platito el cual yo me comía con tanta felicidad.
Se queda la desesperanza, al darme cuenta que yo solamente era un accesorio para tí.
Se queda un corazón roto… Al darme cuenta que tú no me amabas como yo a tí… 🙁

Por Francisca L. Torres.

error: Pewo que ladra no muerde!