Esta es la historia de dos pewitos, uno viejo y otro joven, que se encontraron en un callejón.

El pewo joven estaba en el callejón y se perseguía la cola, como suelen hacer los pewos, persiguen, persiguen y persiguen. Y el pewito viejo lo mira y le dice “¿Qué haces?”, y el pewo joven le contesta “Me estoy persiguiendo la cola”. El pewito viejo le dice: “¿Pero para qué haces eso?”. El pewo jóven contesta: “acabo de salir de la escuela de filosofía pewuna y en ella hemos aprendido que hay dos cosas importantes para un pewo. Una es que la felicidad es lo más importante para un pewo, y la otra, que la felicidad se encuentra en la cola. Así que he decidido que voy a perseguirla y cuando la alcance y la agarre bien, tendré la llave de la felicidad eterna”.

Y el pewito viejo lo mira y le dice: “¿Sabes? yo no he ido a la escuela de filosofía como tú. He vivido casi toda mi vida en callejones, buscando comida en tarros de basura y arrancando de piedras que me tiran…  pero es asombroso, he descubierto esas mismas verdades, y es que la felicidad es lo más importante del mundo para un pewo y me he dado cuenta de que la felicidad está en mi cola. La única diferencia que creo que hay entre tú y yo es que me he dado cuenta de que cuando voy a lo mío y hago aquello que es importante para mí, la felicidad y mi cola me siguen para donde yo vaya»

error: Pewo que ladra no muerde!